martes, 10 de junio de 2014

ANDALOUSIE 2014 – Día 9: Una visita a las fantasías de Córdoba

En este martes 3 de junio,  nuestros alumnos del Collègue André Grasset se disponen a visitar a la embrujadora Córdoba. Se abrió un día soleado, con el insistente canto de los gallos del corral de la Posada "la niña Margarita", y el canto de los pájaros del patio central, cubierto todo éste por el juego del ramaje de una parra gigante y el fresco que ofrece el cobijo de sus hojas. En la casa se respiraba durante el desayuno la atmósfera previa de ilusión por la visita a una ciudad que les parecía en las fotos que consultaban previamente como salida de alguno de los cuentos árabes de "las Mil y Una Noches".

Después de su habitual desayuno, entre las típicas prisas sobre "!quién falta!", tomamos el autobús y salimos de la posada a las 9.30 horas para llegar a Córdoba una hora y media después. Una vez en Córdoba el día fue pasando del cálido mañanero, a "la calor" y, por último, y hasta la hora de irnos, el bochorno fue lo que más les costaba a nuestros alumnos soportar, por su falta de costumbre, debido a vivir en una latitud tan al norte como la de Montreal, y de un clima tan diferente del nuestro. Córdoba es una ciudad muy intensa, y a la vez se convierte en una ciudad carismática, ya que ha logrado la integración entre lo histórico y lo moderno; es una ciudad repleta de parques, y hay un buen ambiente de propios y turistas en sus calles. También nos llama la atención los números carriles-bici, ya que no puede verse este acierto de urbanístico en otras capitales de provincia. La primera visita que hacen nuestros alumnos es a la fabulosa, e histórica, Medina Azahara en la que se recrearon unas dos horas, hasta las 13.30h. Recorriendo y disfrutando sus numerosas las numerosas ruinas de esta antiquísima ciudad.

Una vez fuera del recinto de Medina Azahara,  el autobús nos desplazó hasta la Zona del Casco Antiguo de la ciudad, y sobre las 14 h los chicos almorzaron sus bocadillos y postres de fruta, que llevaban preparados con el cariño de mami Silvia desde la Posada. Más recuperados, y todavía digiriendo el almuerzo, continuaban con ganas de ir descubriendo esta magnífica ciudad, y podríamos pensar que a alguno de ellos se le pudo atragantar su bocata, recién zampado, ante la visión de la Catedral-Mezquita de Córdoba. En principio la visita iba a ser guiada, aunque finalmente se decidió hacerse libre, y dejar a la imaginación de nuestros chicos que volase por sí misma. Durante esta visita pudieron recorrer durante una hora sus maravilla mestiza, entre el arte árabe, místico y sagrado, y el arte cristiano.

Una vez fuera, nos dispusimos a ver toda la Zona de la Judería, con sus callejuelas y patios llenos de detalles florales, las ventanas enrejadas y toda la blancura que contrastaba con el rojizo de las arcillas históricas, y que salpica el recorrido por este barrio de embrujo. Las numerosas tiendas y terrazas llenas de flores invitaban al paseo y a la conversación en sus terracitas. Nuestros chicos se sonríen entre ellos, y finalmente nos paramos a plantear un punto de encuentro, para que así, y cada cual con su propio mapa de la ciudad, descubriese por sí mismo los espacios y el encanto de Córdoba. Básicamente, se separaron entre dos grupos de intereses distintos para pasar el resto de horas "a su aire",  se dividieron entre aquellos que se desplazaron hacia la parte moderna de ciudad, y aquellos otros que buscaban el  perderse en la zona más histórica, y pasear sin más, y de disfrutar del encanto y la magia que tan sólo una ciudad como Córdoba puede despertar en todo aquel que se deje embrujar...


Raúl Víctor