lunes, 2 de junio de 2014

ANDALOUSIE 2014 – Día 5: Una visita inolvidable a la “Ganadería Benítez Cubero” (Sevilla)

                Este día se quedará grabado para siempre en la memoria simbólica de nuestros alumnos de Collègue André grasset; nos referimos a su visita a una de las ganaderías de toros bravos más auténtica de todo nuestro territorio. Lo que sucedió dejó estupefactos, y alucinados a alumnos y monitores. Desde este mismo punto, partimos en nuestro cuaderno de viaje, y damos  nuestros más sinceros agradecimientos a Don José Benítez Cubero y Doña Pilar Buendía. Empezamos entonces nuestro  mínimo relato de lo que nuestros chicos tuvieron el privilegio de ver y sentir desde muy cerca.

                Nuestro grupo, después de madrugar, realizaron con buen gusto sus clases de español, en las que el profesor Jesús siguió la rutina de insistir en ampliar su nivel conversacional, apoyándose en audiovisuales para la tarea. A las 10.30 se preparan para la excursión sin tener ni idea de la experiencia exclusiva que iban a disfrutar.

                El Amonite se siente muy honrado de que fuese ésta la primera ocasión en la que esta ganadería histórica abría sus puertas a un público externo. A las 12.30 nuestro grupo llega al espacio donde van a ser los protagonistas principales desde ese mismo momento. Ya dentro de las instalaciones la visita empieza en el “Cortijo de los Ojuelos” (entre la puebla de Cazalla y Marchena). Los reciben Don José y Doña Pilar; ellos son estupendos, abiertos y enseguida consiguen que nuestros alumnos se sientan como en casa, ya que ellos mismos abren las puertas de su cortijo, enseñándolo palmo a palmo. Los jóvenes pueden observar la atmósfera mágica del “mundo del toro” que envuelve cada rincón, de esta casa tradicional andaluza, y repleta de muebles, algunos tan especiales como los regalados por la reina Isabel II al abuelo de Don José Benítez Cubero, así como de fotografías de toreros, artistas de distintas épocas, recuerdos de las cabezas de toros y así como de aperos de gran solera. El siguiente espacio que visitan son los Patios y Jardines, repletos de la decoración más andaluza y auténtica que pudiesen encontrar, y volvemos a insistir que esta no una visita turística al uso, nunca se había hecho, por este motivo cada maceta y cada parra estaba en su lugar por sí misma, con su propia vida, y no colocada en la posición que el turista observa en sus intencionadas guías de viaje, esto si que auténtica Andalucía.

                Don José y Doña Pilar se desviven en amabilidad y simpatía, éstos los llevan seguidamente al Salón de los Carruajes, un espacio anexo a la casa principal, en el que los jóvenes observarán la colección de carruajes clásicos, de gran belleza, así como de las distintas vestimentas decorativas de los caballos, con sus adornos típicos, y los trenzados de cuero, que tan elegantemente llevan los corceles de esta ganadería. Seguidamente visitaron el Museo Taurino, en el que estaban, como homenaje póstumo y recuerdos de hazañas, colocados con todo el respeto de aquellos que aman la tauromaquia, aquellos toros que habían sido indultados y que, después de servir de sementales, por su pura raza y comportamiento en las corridas, mueren de ancianos, felices y llenos de gloria. Del mismo modo, también se encontraban allí toros tan emblemáticos como el que había toreado Curro Romero durante el día que brindó su alternativa, o el único toro que en la “Historia del Toreo” ha sido indultado dos veces, la segunda de éstas a petición del público. En el siguiente punto, llegaron al considerado el picadero de la ganadería, tan sólo les quedaba por ver algo tan extraordinario como una simulación de la doma del mejor caballo semental de los que allí había. Finalmente, y para culminar  dicha visita, aparecieron los Mayorales, aproximando y guiando a los toros hasta bien cerca de los alumnos.

                La impresión de tener tan arrimados a estos espléndidos animales, y el escuchar en vivo el rebufo de los toros bravos de la “Ganadería Benítez Cubero”, provocó en los nuestros chicos todas una casada de sensaciones de inolvidables, ver de frente y acercarse a estos animales, cerca… nada menos que el aliento, puro y ardiente, es una de las experiencias más sensacionales, y de ello ninguno tenemos de nosotros tendrá la menor duda.


Raúl Víctor