martes, 3 de junio de 2014

ANDALOUSIE 2014 – Día 6: La Alhambra… y callejear en Granada

               Era muy temprano, las 8.30, cuando los chicos del Collègue André Grasset llegaron a uno de los espacios con más magia de Andalucía; y podríamos añadir a esta impresión que este espacio también se encuentra en una de las ciudades con más encanto y sorprendentes de toda Europa, estaban en Granada y estaban en la Alhambra nada menos. Tuvimos la suerte de un sol radiante, y de un día espectacular en todos los sentidos y, aunque apretase el sol, las numerosas sombras de los cipreses y la abundancia de flores, plantas y fuentes, conseguían que paseo fuese agradable de conversación y de mucha tranquilidad. La Alhambra bullía de turistas ávidos por descubrir los secretos de estos centenarios palacios árabes.

               El primer espacio que visitaron nuestros alumnos del Collègue André Grasset fue el Palacio de Carlos V, empapándose de la majestuosidad que imprimían a sus palacios aquel rey que no veía ponerse el sol en su reino. Ya empezaba a haber muchísimo ambiente en las distintas zonas de la Alhambra, dejándose también ellos llevar hacia las balconadas para contemplar, riendo y comentando sus cosas, y  aprovechando para disfrutar  sus bocadillos, refrescos y helados, contemplando la maravilla del paisaje, observando que desde la altura de los muros iban ellos fabricando su propia idea de Granada. La hora de entrada a los Palacios Nazaríes era la 13.30, por lo que dispusieron de bastante tiempo para subir a las majestuosas Torres de la Alzaba, donde no pararon de hacer fotos desde la altura de la privilegiada mirada que ofrecen  sus almenas. Y llegó entonces la hora tan esperada para recorrer los Palacios Nazaríes.

               El asombro, como os podéis imaginar, no les dejaba tiempo a asimilar tanta belleza en las geometrías y lecturas que las paredes y techos de estos palacios les producían. En ocasiones te ibas topando con uno de ellos fotografiando el detalle de una letra del Corán, como en otras a otro alumno vislumbrando con su imaginación cómo podría ser la vida entre aquellos muros que tienen una historia desde el siglo IX. El recorrido culmina, después de atravesar las distintas estancias y salas, en el Patio de los Leones, dónde el grupo se fotografió al completo. Ya pasado el embrujo, al que nadie puede sustraerse ante la visión de este lugar, el grupo se dirigió a la salida de la Alambra atravesando los jardines repletos de rosas, nenúfares y demás flores, colindantes a la torre de Comares, dispuestos a descubrir también la magia ciudad de Granada. Ya tenían sus planos del Albaycín, y del centro histórico de la Catedral, donde comer churros con chocolate y, por supuesto, la calle Elvira, donde el grupo disfrutó de la cerveza Alhambra especial, acompañadas de diversas tapas y en un ambiente musical, que los incito al baile, las risas y cachondeo. Ya con el “punto” pillado nos dirigimos al Punto de Encuentro, que sería fuente de Plaza Nueva, donde se les indico, a libre decisión,  las distintas posibilidades que tan sólo una ciudad como Granada nos puede ofrecer (la monumental, la universitaria y festiva o la puramente urbana). La anécdota en este punto es que tras el grupo total dividirse en unos cinco grupos con distintos intereses, el paseo se convirtió en una Gynkana improvisada, por un desajuste del horario de vuelta.

           En realidad todos se buscaban a todos y cuando se encontraban saltaban de alegría y fue divertidísimo… ésto os digo yo que tan sólo puede pasar en Granada… la mágica Granada…

Raúl Víctor