jueves, 29 de mayo de 2014

ANDALOUSIE 2014 - Día 3: Una Jornada variopinta

         Abrimos un día más nuestro cuaderno de viaje. Éste va tomando la forma de una experiencia única, la que están compartiendo nuestros nuevos amigos del Còllegue André-Grasset. Ya se podría decir que convivimos, y con ellos empatizamos con las risas, y aseguramos que son muy abundantes, y que desde cualquier rincón nos puede sorprender una simpática carcajada. De la originalidad de esta experiencia única que todos estamos compartiendo (monitores, profesores y alumnos) destacamos que el aprendizaje toma entonces la forma de una experiencia vital, y que el equipo que formamos El Amonite, sabemos que de esta posada saldremos todos transformados, con más amistades, y con nuevos conocimientos.

         También nos alegra saber que el programa de conocimientos de este proyecto, que se imparte en las horas de clase, es competente en sus horarios, por ello empiezan las clases de español implacablemente, y el profesor Jesús propone en esta ocasión un recorrido por los lugares mágicos de España, una suerte de imaginario viaje, cuyo principal objetivo es el de desarrollar las competencias en la conversación en español como lengua extranjera. En esta ocasión, se trataba de una sesión muy interesante para algunos de los alumnos, aunque a otros les resultase "muy tempranito", ya que trasnocharon, y es que la pasada noche se estaba “muy agustito”; pero... como todos somos de espíritu abierto, intuimos, y también nos satisface mucho el saber que las noches en la Posada están llenas de correteos nocturnos, compañerismo y flirteos varios... y a todos nos gusta la diversión. Es por ello que vemos también cumplido el segundo, y no menos importante, de nuestros objetivos como proyecto educativo... la complicidad, es decir, que se puede aprender, y disfrutar con tus compañeros, y amigos  con los que tanto has compartido, y a la misma vez continuar en una dinámica de aprendizaje, en la inmersión total en un nuevo espacio educativo, de este modo, la Posada niña Margarita  deja de ser un alojamiento al uso, convirtiéndose así en un hogar en que convivir, y compartir risas y recuerdos de este viaje a la Sierra Subbética. Si continuamos, después de disfrutar de la comida de Silvia y que, por cierto, todos ellos dicen que les encanta! Además de degustar la tradicional cocina andaluza.

         En este punto, nos detendremos a destacar la siguiente sorpresa que les deparaba el programa educativo; se trataba en esta ocasión de seminario que ofreció el profesor Francisco Gámiz, entre las 15h y las 16h, a la hora de “la siesta” estos chicos aprenden con ganas. El profesor Gámiz  presentó un panorama de la síntesis, tanto teórica como audiovisual, de todos aquellos valores que la Vanguardia andaluza tuvo como expresión a lo largo del último siglo XX, enlazando con gran acierto las mutuas influencias que tuvieron, en el marco de la “Generación del 27”, con poetas como Lorca algunos cantantes de la misma ciudad de nuestros alumnos, Montreal, como el irrepetible Leonard Cohen. De la misma forma, el profesor destacó la genialidad del cineasta granadino Val del Omar, y del disco “Omega”, en el que se fusionaron el flamenco y el Rock de Lagartija Nick, con la vital y genial voz de Enrique Morente.

         Esta jornada ha sido variopinta incluso en el clima, ha llovido, ha hecho sol, pero una buena temperatura. Todo ha ido bien para iniciar la excursión a Cabra y Lucena a tiempo. A Cabra llegamos a las 17.30, recibiéndonos Fran Gómez, técnico de Turismo del ayuntamiento. Los jóvenes conocieron de Cabra el Círculo de la Amistad, como una suerte de representativa sede social, y una muestra de la original arquitectura andaluza. Más tarde recorrerán el Barrio del Cerro, el Barrio de la Villa, y el Colegio de las Madres Escolapias, donde se visitaron, finalmente, el antiguo castillo de los Condes de Cabra. Ni que decir tiene el que nuestros chicos y chicas canadienses, aprovechasen para abastecerse de todo tipo de regalos y souvenirs para su vuelta, además de degustar los productos más apetecibles de España, un buen Marqués de Riscal, y tomarse unos buenos cafés, muy baratitos en comparación a Montreal.

         Finalmente, llegamos  a Lucena, con el pequeño percance de no poder subir al grupo al castillo principal, hecho éste que se aprovecho para realizar la tarea que más nos gusta a los andaluces, y comprobamos que también a los canadienses...simplemente callejear.

                                                                                                                                                      Raúl Víctor